miércoles, 13 de julio de 2011

En un sentido literal


Desde hace tiempo vengo sintiéndome indignado por la política de despilfarro llevada a cabo por los últimos gobiernos en este pueblo. Son muchas las cosas que se han hecho mal, a mi parecer demasiadas.

Vamos a empezar enumerando algunos de los ejemplos más claros y tangibles, de la política de despilfarro, y mal gasto de fondos, que sin duda fueron encaminados hacia una política de engrandecimiento y reafirmación del legado personal, caracterizado por la ausencia funcional de estas medidas.

Pues bien podríamos comenzar recordando la construcción de primer "Arco" o Puertas de Granada, que emulando a los antiguos emperadores romanos, y en conmemoración a las grandes conquistas, así estimulado por el buen devenir de las cosas de aquel momento, cuando Vélez Rubio disfrutaba como toda España, del frágil poder del ladrillo. No me gustaría hacer leña del árbol caído, pero si dejar las cosas claras, presentando las cualidades de este como del posterior levantado en la entrada sur. Ambos  son ejemplo manifiesto de la carencia de elementos funcionales, pues el primero de ellos se encuentra articulando la entrada y salida de una calle en un único sentido, exceptuando la salida de la calle Granada, posiblemente la menos transitada del pueblo. Y en cuanto al segundo, creo que no hace falta decir nada, como bien exclamo un conocido a su entrada por primera vez a Vélez Rubio, “el Arco muy bonito, pero no entiendo una rotonda en una recta”. Y el premio a los 200.000 Euros peor invertidos, es para…

Aunque hay que ser justo,  lo cierto es que no se les ocurrió una manera más económica y adecuada de dar sentido a lo de “Puerta Oriental de Andalucía”, y claro visto así, necesitábamos dos, una de entrada y otra de salida.

En el mismo sentido, dentro de la práctica efectiva de embellecimiento del pueblo, se llevo a cabo una medida, para pocos acertada, por otros simplemente asumida, pero para todos incoherente. Sí, estoy hablando de la eliminación de la cruz de los caídos, y la creación de una isleta ridícula, con una fuente que tardo mucho en dejar de dar agua, y unos bancos, que hacen justicia  a lo de “caídos” porque sin duda recuerdan a la tumba de estos. Como no era poco, quiso culminarse la obra con la delimitación de lo que es calzada y lo que es acera, y como siempre tras larga meditación, la cúspide ilustrada tomo la decisión de plantar bolitas de metal (en lo que yo creo algo tuvo que ver el gremio de mecánicos velezanos), y que hoy día adornan nuestro querido “Cerro Colorao”, en un alarde se saber hacer y buen gusto. Como colofón a todo este proceso, seguramente producto de un momento de lucidez sin par, y motivadora de júbilo y algarabía entre los vecinos, se adoquinaron las calles, de forma que se hundieran a la semana de ponerlas, y se dotaron las aceras de un tipo de losa antiadherente,  producto de un plan secreto que quería convertir a Vélez en una potencia en cuanto al patinaje artístico, pues cuantos son los que tras la caída de cuatro gotas, no han hecho alguna pirueta digna del mismísimo Eugeni Plushenko.

Por último, y no por ello menos significativo, no podemos olvidar, que tras una sucesión desacertada, en la colocación de elementos de carácter estético (bolas, pitotes, grandes maceteros, etc) concluyeron en que la decisión más acertada seria gastar un dinero misterioso para instalar una serie de vallas ornamentadas, con símbolos representativos del pueblo vecino, del cual muchos no quieren ni respirar su aire, y sin embargo si decorar sus calles y plazas con sus  iconos. Pero como no todo el monte es orégano, ni uno de cada ciento, de su suerte está contento, se me ocurre que si algún día se decidieran a hacer un encierro, son dos cosas las que tenemos, las vallas y los cabestros.

lunes, 11 de julio de 2011

¿Alguien conoce a Zuzón?


En primer lugar he de ser sincero con los lectores, si bien es cierto que es la primera vez que escribo en un medio de difusión como este, me gustaría pedir perdón de ante mano, por los posibles errores de composición o plasmación de las ideas, y si alguien tiene alguna sugerencia en adelante, me complacería mucho que me la hicierais saber, para entre todos poder ir mejorando.

Bueno una vez hechas todas las aclaraciones, me gustaría comenzar este blog hablando sobre un tema que personalmente me a tiñe, y que desde hace tiempo me preocupa, y lo que para mí es más serio, debido a mi conocimiento sobre el malestar que provoca sobre un amplio sector de la población, coincidiendo todos en una misma afirmación ¡el horario de la biblioteca me toca los cojones!

Para muchos no será extraño escuchar esta expresión entre sus conocidos, cuando llega el verano, y muchos jóvenes velezanos cargados de ganas, motivados por la promesa de un futuro incierto, y sabedores del tiempo perdido durante el curso, se motivan sobre manera, intentando obviar las distracciones propias del periodo estival, y conocedores de los traumas post-vacacionales que esto puede ocasionar, prenden su intelecto, se encomiendan a S. Judas Tadeo, patrón de las causas perdidas, y se dirigen decididos dirección a la casa del saber.

Es en este punto, cuando todo parece ir bien, y la situación comienza a controlarse, en el que  los excesos del periodo lectivo ya son historia, y las redenciones el presente, es cuando te encuentras ante él, la gran revelación “El Horario” (Tu-Tón).


HORARIO JULIO Y AGOSTO


LUNES;
09:00-14:30    17:00-19:30

MARTES-VIERNES;
09:00-14:30




Como podemos ver, el horario que se presenta para los dos meses de verano esta caracterizado  por su flexibilidad, y su abanico de posibilidades aprovechamiento.

Pues bien, puede que algunos me tachen de excéntrico, incluso de exaltado, pero me parece inconcebible que en el período de mayor afluencia estudiantil, ósea los meses de julio y agosto, cuando los jóvenes universitarios llegan al pueblo portadores de frustraciones y fracasos, más o menos motivados por la propia desidia y dejadez experimentada durante el curso, y resueltos a darles fin, se topan de frente con un periodo de apertura ridículo. Sin contar con las condiciones incoherentes, ya que una biblioteca de unas dimensiones respetables, solo cuente con una de sus tres salas abiertas al público, concentrando a tanta gente en una sola, resultado de las limitaciones horarias, hace que la simple idea de concentrarse se torne una tarea  casi imposible. 

Tampoco podemos ignorar esos maravillosos momentos en vísperas de la navidad, cuando nuestro Ilmo. Ayuntamiento nos hace disfrutar de una continua muestra de los villancicos más populares, y como si no, nunca dejan de poner uno de los altavoces en una de las ventanas de la bibliotecas, para que mientras estudias (o al menos lo intentas) puedas sentirte como en casa, y no olvides que estas jodido mientras tus familiares y amigos disfrutan de lo relajado de esas fechas.

Como podemos observar reúne un compendio de cualidades, todas ellas sin duda fomentadoras y estimulantes del sentimiento cultural, que poco a poco se crece en el interior de la juventud velezana, focalizado principalmente en la investigación mediante el medio empírico en busca de una inmunidad hacia el alcoholismo, que hasta ahora no ha encontrado resultados, aunque las tareas de investigación siguen en marcha, sin perder la esperanza.

Para terminar, también me gustaría romper una lanza a favor de los empleados de la biblioteca municipal, ya que soy el primero que se hace eco de lo forzoso, fatigoso, incluso podríamos admitir el adjetivo de extenuante, solo comparable con otros trabajos como el de minero, aunque muy lejos de una realidad comparable.


 Salutationem meam recipe

miércoles, 6 de julio de 2011

¡Bien venidos!


Un blog que intentará ofrecer una visión crítica de los hechos más destacados que se produzcan en nuestra localidad, aunque de cualquier manera, se intentara dar un toque de humor que nos pueda hacer disfrutar con un poco de gracia, en un momento que poco tiene que ver con esta.

      En definitiva, se pretende sacar los colores a todos aquellos que de una forma u otra conducen a esta villa a la más incierta de las metas, con un paso firme y decidido en dirección al fracaso conmovedor de un tropiezo esperado por la gran mayoría de los ejetanos.